EJERCICIO 17 - Individualismo y Autosuficiencia
Si algo hemos mamado de pequeños es que debemos ser fuertes, únicos, convertirnos en superhéroes, ser autosuficientes y que si vencemos todos los males por nosotros mismos, seremos aún más valerosos.
Llevamos bastante mal esto de la colaboración, pero es que desde pequeños hemos aprendido que debemos demostrar que solitos podemos. Y es que muchos adultos (en su afán por demostrar que su hij@ más), instamos también a los peques a hazañas que quizás no hace falta que hagan “ellos solitos”, pero para los adultos (insisto) parece que sea cuestión de vida o muerte ver que nuestros pequeños son seres autónomos.
Esa autonomía que les exigimos a edades tempranas (quizás porque ya estemos cansados de darles de comer, o de cambiar pañales, o de vestirles) y que insistimos (sin maldad alguna) en recordarles que ya tienen edad para hacerlo por ellos mismos, son frases que hacen mella en el inconsciente de un niño animándole a que si lo consigue por él mismo, se ganará el reconocimiento adulto.
Así, desde pequeños aprendemos a satisfacer las peticiones de los adultos con la intención de obtener reconocimiento (el reconocimiento que nadie nos ha dado y por ello buscamos constantemente), valiéndonos por nosotros mismos y crecemos demostrando que “solitos podemos”.
De igual forma, lo que es adentro es afuera, esto que pasa en familia pasa a niveles más grandes, esa independencia no la exigen solo los padres, sino que la exige a gran escala el sistema educativo, el sistema empresarial, el sistema estatal… y así nos relacionamos.
Ejemplo claro de hasta qué punto educamos en la individualidad, es que incluso en el colegio, instituto, universidad… las redes colaborativas no se tienen en cuenta o no se valoran suficiente. No es por cuestionar el sistema educativo (que también), pero si aprendemos que a la hora de resolver un problema estamos solos (ante un examen por ejemplo, nos prohíben colaborar para resolverlo), en la vida real asumiremos que también lo estamos y que se medirá lo que valemos (con una nota/calificación) por el resultado obtenido ante ese problema.
Lo único claro es, que si hemos llegado hasta hoy, ha sido gracias a la colaboración de unos con otros y que, un sistema dominador, absolutista y no-colaborador está destinado a morir. Tal cosa tampoco existe en la naturaleza, por mucho que algunos se empeñen en intentarlo.
Por lo tanto, si queremos seguir evolucionando como hombres, debemos tener en cuenta que una de las bases de nuestra existencia es la colaboración y, por ello, vale la pena recordarlo en todo momento.
El reto a la masculinidad tradicional de hoy, consiste en que crees una pequeña red de colaboración en la que escuches, veas y sientas apoyo entre los miembros para compartir este tipo de ideas.
Una pequeña red de colaboración puede empezar siendo un grupo de 3 hombres con ganas de compartir como están y ofrecerse ayuda mutua. Nada más complicado que eso ¿cómo lo ves? ¿te atreves a formar un grupo de apoyo?
Gracias por estar al otro lado.