Germán Sancho Coach de hombres. Reconstruyendo la masculinidad

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bici y sostenibilidad

Adoro las bicis. Esto es así. Pasé bastante tiempo discutiendo con mi madre sobre “a partir de cuándo me dejarás ir solo en bici”.

Andaba yo haciendo el pipa por Instagram (sí, sí, no hagas como si no fuera contigo que no se salva ni el Yisus de ese agujero negro) y resulta que entro en una cuenta que se llama @bicibarcelonaa y rellenando una encuesta (que si eres ciclista en Barcelona y tienes 48 segundos la rellenarás sin salir de Instagram) leo que «cuando vas en bici respiras hasta 4 veces más sustancias tóxicas». 

¡OMG 4 VECES! Y he empezado a buscar por internet sobre el tema y me he cansado muy rápido porque he pensado «Germán, qué más da que vayas y encuentres la fuente, qué más da si son 2 veces y no 4 y qué más da el estudio que lo demuestre». Y digo qué más da porque cada vez que subo al macizo de Collserola desde donde puedo ver una gran parte de Barcelona, ya veo la capa de mierda contaminación que hay ahí.

Vamos mal.

A mí personalmente lo que me jode es cuando tienes la sensación directa de tragar humo yendo en bici. Cuando vas con los pulmones bien abiertos dispuestos a oxigenarse y te entra una bocanada de contaminación tan adentro que te pica la faringe.
¿Te acuerdas cuando estabas bailando felizmente en una disco y la persona de al lado te escupía el humo en la cara? Pues los ciclistas no hemos dejado de tener esa sensación.

La importancia de ir en bici por ciudad

Me encanta hacer listas. Y me gustaría enumerar todos y cada uno de los puntos por los que ir en bici es mejor que ir en coche, ya sea para que alguien los tenga presentes o para que todos tengamos argumentos para discutir con quien nos lleve la contraria en este tema, pero voy madurando y creo que será más productivo ir a lo que de verdad importa.

La sostenibilidad

En ecología, la sostenibilidad se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Desde una perspectiva humana, la sostenibilidad consiste en satisfacer nuestras necesidades sin sacrificar las posibilidades de las próximas generaciones en satisfacer las suyas.

Esto va íntimamente ligado a la clásica pregunta de ¿qué mundo quieres dejar a tus hijos? Yo tengo muy clara la respuesta (que entiendan lo importante de ir en bici y la sostenibilidad), pero no solemos actuar en consecuencia, porque «de momento no tengo hijos» o porque «la rutina no me permite hacerlo de otro modo». ¿De verdad es esa tu mejor respuesta? ¿Es la mejor versión de ti?

Yo te quiero hacer otra pregunta relacionada ¿qué hijos quieres dejar a este mundo? Hace tiempo que no me sirve sólo el actuar en concordancia a mis valores personales, ya no es suficiente con reciclar (por poner un ejemplo), se trata también de construir desde abajo. De nada sirve lo que tú hagas si tus actos no perduran en el tiempo de forma continua. Consigue que tus hijos entiendan cuán importante es todo esto desde bien pequeños. De nada sirve lo que hagamos hoy si los que vienen detrás lo echan todo por la borda.

Todo esto para decir que por una vez en la vida, se trata de no mirar nuestro propio ombligo, se trata de ir un poco más allá. Se trata de crear conciencia colectiva.

Objetivos

Existe un acuerdo mundial sobre cambio climático con 17 objetivos de desarrollo sostenible:


  • ¿Cuántos objetivos eres capaz de relacionar con la bici?

  • ¿Más de 5 también?

  • ¿Cuántos el coche?

  • ¿Te cuadra la idea de enlazar bici y sostenibilidad?

Cuando aprendí a ir en bici, no era consciente del poder que me estaban otorgando. Casi 30 años más tarde, estoy escribiendo sobre la importancia de que, en la medida que nos sea posible, todos usemos la bicicleta en ciudad para conseguir al menos una ciudad sostenible. Me ha marcado profundamente. Pero insisto en la idea de que no sólo se trata de decirlo o saberlo, se trata de predicar con el ejemplo. Bici y sostenibilidad van totalmente de la mano en mi cabeza.

La salud

Es un factor clave a tener en cuenta a la hora de elegir ir en bici, puede que sea el más obvio. No me enrollo (desde aquí se ve ya el próximo punto jijijiji) porque no hay nada más aburrido que leer información repetida en internet.

  1. Ir en bici te hace estar mejor. Sí, es una repercusión directa. Si montas en bici, impactará positivamente en tu salud. Lo siento, es inevitable, 2+2=4.

  2. Montar sobre tu bicicleta repercute directamente en los que te rodean. El no generar gases tóxicos es saludable para los demás. Bienvenid@ a las obviedades.

La sociedad

No somos muy conscientes de cómo nuestras acciones repercuten directa o indirectamente en nuestra sociedad y creo es por eso que no somos capaces de ver a la bici como motor de cambio y sostenibilidad.

El uso de coche o moto

Somos conscientes de que el vehículo privado no es lo mejor, pero no somos totalmente realistas al respecto. Es decir, vivimos en una sociedad tan plagada de contradicciones, que no nos supone un problema convivir con el hecho de hacer algo que no es bueno ni para nosotros ni para lo que realmente amamos. Creemos que estamos sobre-informados de lo negativo (que es usar el vehículo privado para movernos), pero en realidad creo que estamos muy desinformados.

El cómo el coche/moto ha tiranizado la ciudad, nos ha hecho creer que la bici y la sostenibilidad no eran importantes. Podemos saber cuántos Km de carril bici hay en las principales ciudades de España, pero no sabemos cuántos hay de asfalto para el coche o la moto. ¿Por qué seguimos permitiendo que sea así? ¿A quién le interesa realmente que siga siendo así?

Justicia

Si hablamos de sociedad y justicia en el siglo XXI (sin tener en cuenta el caos circulatorio en las grandes ciudades, la contaminación atmosférica y acústica, el estrés y agresividad en los conductores, nuestro deterioro físico y mental o la simple locura que nos supone aparcar), no me parece muy justo que los conductores en proporción, siendo un grupo mucho menor que los no conductores, sean los que abarquen la mayor parte de los espacios públicos (teniendo en cuenta también las inversiones municipales).

Como sociedad creo nos falta aún dar un paso hacia adelante. Tomar un compromiso personal y real, decidir cómo vamos a actuar y cuándo lo vamos a hacer. Hay una cuenta atrás que está en marcha hace mucho tiempo. Acelerarla es lo que hacemos cuando no tomamos partido, cuando decidimos dejarnos llevar por lo que hace la mayoría, cuando creemos que lo que hacemos «no es para tanto» y retrasarla es lo que hacemos con acciones concretas hacia un fin. Usar la bici es una de esas acciones. Desempolvemos la bici del trastero y miremos a la sostenibilidad de cara.

Desde la administración pública lo único que se hace es parchear la situación, invertir un poco más por aquí, hacer un poquito hacia allí, pero no tomar decisiones que sean permanentes y estrictas con un compromiso sostenible.

No se puede penalizar a quien sigue contaminando. No funciona porque el sistema de penalización está cojo ya que es puramente recaudatorio. Se puede utilizar lo recaudado con estas penalizaciones para premiar a quien sí se compromete con la sociedad y el medio ambiente. Pero no se hace. ¿Por qué? No entiendo que asumamos el castigo pero no el premio. ¡Si nos pueden penalizar, que nos puedan premiar!

Fomentar el uso de la bici para desarrollo sostenible

Preguntas para reflexionar

¿Qué sucede con los ciudadanos no conductores?

No dejo de pensar en lo injusto que es para aquellos viandantes, el andar por estrechas aceras porque los coches ocupan más. No me parece justo que el que no contamina no pueda disfrutar del mismo espacio que el que sí contamina.

¿Seguimos usando el coche como elemento distintivo de clase?

Creo que nuestra autoestima está tan castigada que seguimos necesitando demostrar/aparentar. «Que voy a ir yo en bici si puedo hacerlo en mi coche…»

¿No sería precioso pasear por (pon cualquier nombre de ciudad) con un tráfico infinitamente más reducido?

Si tenemos a nuestro alcance aplicaciones para compartir vehículo, bicicletas, patinetes, transporte público y casi 100 alternativas al coche, sigo sin entender por qué nos empeñamos en acceder a la gran ciudad con nuestro utilitario de 4 plazas vacías. No me cabe.

¿Se puede sentir paz en Barcelona sin entrar en un parque?

Imagínate pasear por Barcelona como si pasearas por el pueblo, sin preocuparte constantemente del tráfico, saludando a todo el mundo y disfrutando de un día de sol.
En Barcelona disfrutar del sol es un ejercicio de voluntad, apretadit@ en cualquier acera, mirando al cielo y sonriendo por un día tan glorioso. «Esperad, no hay coches, podéis caminar a vuestras anchas por la calzada» ¡OU MAMA!

¿Te gustaría sentir que contribuyes a mejorar la vida de todos los demás?

Te prometo que dar sin esperar a cambio es muy gratificante. Es dar porque tienes mucho que dar. Ese día te sientes abundante, te sientes en otra onda, sientes que quieres dar aún más porque lo que estás dando, lo haces a coste cero, lo haces por amor, no te cuesta y te alegras de que no cueste, porque quieres dar aún más. Eso es lo que se siente al aparcar el coche y desplazarse en bici. Persona sana, sociedad sana.

¿Cuánto tiempo crees que tardarías en ir a trabajar en bici?

Realmente no lo sabes hasta que lo pruebas. Y te prometo que te sorprendería. Si no puedes ir a trabajar en bici, pasa a la siguiente pregunta.


¿Cuánto rato crees que invertirías yendo en bici a hacer una compra rápida?

¿Sabes a final de año lo que te ha costado el coche (sin contar la gasolina)?

Te recomiendo que cuentes también la gasolina, el impacto será mayor.

¿Sigues relacionando a la bici con un deporte?

La bici ya no va ligada únicamente al ciclismo. La bici es un lifestyle. Es hora de relacionar la bici con la sostenibilidad. Es otra forma de ver y relacionarte con tu ciudad, es crear una estructura diferente, es fomentar otros valores. La bici es un instrumento al alcance de todos para un mundo mejor.

¿Alguna vez has aparcado el coche por más de una semana?

Presta atención al sentimiento. Esa sensación de desconectar, de no necesitar. Como el día que se te olvida el teléfono móvil en casa. Genera un poco de estrés, pero cuando asumes que ya no lo vas a usar… te sientes muy liberad@ durante toda la jornada… ¿Miento?

Rutinas a incorporar

Es cierto que cuando no tenemos el hábito de hacer algo, nos cuesta una barbaridad incorporarlo a nuestra rutina. No es por falta de voluntad (que también), sino por falta de compromiso con un@ mism@.

Por eso (y porque me gustan las listas y no lo puedo evitar) te dejo unos tips que puede te animen a usar la bicicleta:

Compra sólo lo que quepa en tu cesto

Cuando adquirí el hábito de comprar sólo lo que cabía en mi cesto, entraba en el supermercado, frutería o donde fuera con un límite de espacio. Esto se traducía en optimizar mi compra al máximo:

    • Por un lado compraba sólo lo necesario = ahorro en € y tiempo.

    • Por otro lado me obligaba a comprar al día = comprar fresco = salud.

1 día a la semana

Metas realizables. Proponte un día solamente. Por ejemplo el miércoles. Si hay previsión de lluvia lo adelantas (martes), pero si te la encuentras por sorpresa lo pospones (jueves). ¿Que te levantas con pereza?, pues te obligas (miércoles). Y así 4 semanas. No dejes que tu cerebro formule ninguna excusa por válida que te parezca. El miércoles se monta en bici. Anota cómo te has sentido. Serán sólo 4 palabras en el bloque de notas de tu teléfono. Verás qué gustazo.

Trayectos cortos rutinarios

Todos cubrimos ciertas distancias semanalmente sin darnos cuenta. Son distancias rutinarias como ir a ver a tus padres, a por el pan, a buscar a los peques al cole, llevar el tupper a tu hij@. Da igual cuál sea, lo importante es pensar en esa que a pie sean unos 15 minutos. Haz ese trayecto en bici. Te prometo que se convierte en un paseo de 5 minutos. Y el día que vayas con prisa y pienses en usar el coche, quizás te lo replantees y lo hagas en bici o, mucho mejor, ya no hará falta que te replantees nada porque tu cerebro te recordará que en bici; es mucho más rápido.

Invita a tus seres queridos

Somos sociedad. Somos relación. Va en nuestro ADN. Necesitamos aprobación, respeto y apoyo. ¿Has quedado con los colegas para tomar el vermú el domingo a las 12? Propón ir en bici hasta el bar, encontraros en un punto y pasead hasta el bar de turno sobre la bici. Estarás compartiendo un momento más con l@s colegas, con el pelo al viento y sonriendo. Es primavera, es sol, es diversión.

No desistas, vuelve a montar

Es inevitable; las vacaciones, tres días de resfriado, una semana de lluvias intensas… Siempre habrá algo que impida que vayas en bici una semana. OK, está bien, no pasa nada. Pero no te olvides de lo que te aportaba.

Cuenta lo que ves, lo que oyes y lo que sientes.

Es alucinante, cuando la uses tus sentidos van a percibir un montón de cosas. No te cortes, compártelas. Si te hace el bien, comparte tu felicidad. Yo siempre explico a los que me rodean por qué la bici me hace más feliz. Vivir algo que te hace el bien es digno de ser compartido. De hecho, es obligatorio.

Involucra a tus hijos

Si conseguís ir en bici al cole (o a las extra-escolares o donde sea) 1 día a la semana, te prometo que será el día más esperado por al menos 1 de tus hij@s. Es así de simple. No les prives de ese gustazo ¡Elige bien sus bicis y a rodar!

Lee más sobre bici y sostenibilidad. 

Lo que nos ofrece la era digital es infinito. Busca más información, lee y comparte, crea conciencia en ti y lo harás en los demás.

Ejercicio matemático simple

Haz números. Mi intención no es que te quites el coche de encima, es que reduzcas su uso. Siéntate con un boli y papel y haz tus propias cuentas anuales.

  • Impuesto de circulación.

  • ITV.

  • Seguro del vehículo.

  • Mantenimiento (reparaciones del último año, previstas e imprevistas).

  • Garaje / estacionamiento (valoración estimada de lo que pagas por estacionar -recuerda multiplicarlo x12 meses) .

  • Gasolina (cuánto pagas aprox al mes x12 meses)

  • Valor del vehículo (si aún lo estás pagando, cuánto pagas cada año por tenerlo, siendo consciente de que una vez lo hayas pagado, es dinero que jamás retornará a ti).

Se trata solamente de tener un número en la cabeza. Saber el coste personal de mantener ese vehículo y de poder valorar hasta qué punto es necesario tenerlo. Es para ti, no para que lo compartas, sino para que sepas. Para que seas consciente de tu realidad.

¿Se te ocurren más rutinas simples para convencer a más gente?

Deja comentarios y todo lo que se te ocurra. Todos tenemos algo que aportar.